Una invitación con el corazón

En esta, la última Newsletter de 2020 quisiera saltar de la pantalla y dar un gran abrazo a quienes han acudido a las invitaciones de StoryTailors en este año.

Para mí ha sido una gran alegría poder compartir mi camino de vida y mi pasión por las historias. Vivo cada taller con la alegría de quien invita a sus amigas y a sus amigos a jugar o a una fiesta y les ve llegar desde la ventana. A ustedes toda mi gratitud, todo mi corazón.

El año que viene, con la ayuda del universo, de este cosmos maravilloso del cual hacemos parte, seguiré aquí, contando historias que nos recuerdan, que nos despiertan a la conexión que tenemos con todo lo que nos rodea. Todo lo que siente y palpita. Un manzano, una taza azul, una piedra, una rana, un beso. Dice uno de mis mentores más amados, David Abram, “el animismo es un derecho de nacimiento”, es algo que hemos olvidado por estar encerrados en la razón.

Ecos de sirenas nos dicen que no nos apeguemos a nada, que dejemos ir. ¿Pero cómo podemos hacer algo así? ¿Cómo no llorar cuando por dar un traspié la taza que nos regaló la abuela se ha hecho pedazos en el suelo? ¿Cómo no hacerle un duelo? ¿Por qué no? ¿Acaso no es también algo amado, y a lo amado lo honramos?

Estamos conectados con la red de vida de este universo, con lo que creamos y lo que otros crean para nosotros. Nuestra desconexión no es solamente con lo que hemos llamado mundo natural sino con el mundo no-humano. Todo hace parte de nosotros y comenzar a pensarnos en conexión es también comenzar a crear otro mundo posible. Esta es la invitación de StoryTailors en todos sus talleres: crear otro mundo posible, de manera individual y colectiva, y cuando me refiero al colectivo incluyo a todo: nuestro coche si tenemos uno, las aves que anidan en el árbol que está frente a nuestra casa, las piedras que nuestra alma recoge cuando caminamos al borde del mar o de un río. Todo.

En los cuentos este colectivo siempre está presente. Todo hace parte de un mundo animado, esto no es fantasía, es imaginación, y la imaginación es un sentido, una realidad, es, en palabras de James Hillman, el pensamiento del corazón. Las historias nos reconectan con el órgano que produce todas las imágenes de nuestro mundo: el corazón.

Llevamos mucho tiempo escuchando que nuestra mente piensa y el corazón siente y que es la imaginación aquello que nos extravía. No. Quitar ese velo de nuestro ser es una tarea urgente, necesaria.

La imaginación, lo imaginal, el mundus imaginalis del que habla Henry Corbin es nuestro corazón, y nuestra tarea es conocer y amar gracias a la imaginación. Si hay un ingrediente, un elemento necesario para crear otro mundo posible es el amor. Y todos sabemos por experiencia que en el amor hemos sido torpes, y no me refiero solo al amor de pareja.
¿Amamos este mundo? ¿De verdad?

Rechazamos al unísono el “amor romántico” de los cuentos de hadas. Declaramos a estas historias culpables de nuestro extravío, de nuestros errores. Y no solo a los cuentos de hadas, hay miles de historias antiguas provenientes de todos los rincones del planeta que nos hablan aún, que quieren hablarnos del amor porque saben que en algún rincón de nuestro corazón su eco resonará y nos despertará, nos hará comprender que para amar hay que conocernos, en nuestro horror y en nuestra belleza.

Los cuentos de hadas salvajes, no tienen pudor en mostrarnos nuestra sombra. Nos dicen que somos capaces de cortarnos un pie con un cuchillo para hacerlo caber en una zapatilla y así
obtener lo que deseamos. Nos dicen también que un árbol puede ayudarnos a encontrar nuestra belleza, o que un perro fue quien pidió a la mujer más antigua del mundo que creara un ser a quien acompañar, con quién jugar y que fue así como nosotros, los bípedos implumes comenzamos a caminar sobre la hierba.

Y lo más bello de estas historias es que nos recuerdan que entramos y salimos de la piel de un animal muchas veces en nuestra vida. Y que la palabra tiene un poder inmenso y que es nuestra tarea de vida ser impecables al pronunciarla, pues con ella podemos construir y destruir, crear belleza y horror.

T.S Eliot nos invita a ser exploradores, curiosos, y esta invitación la recoge y extiende StoryTailors, es la invitación a mantener nuestra curiosidad despierta, nuestros sentidos alerta, nuestro corazón palpitando, y para ello, las historias nos ofrecen sus símbolos, todo aquello que nos entrelaza con el mundo humano y no humano.

Dice James Hillman que trama es aquella palabra que en su raíz nos refiere al mito, y el mito es esa narrativa que nos muestra las estructuras imaginativas que nos revelan nuestros desórdenes interiores. Explorar el mito,
las historias, los cuentos de hadas, es encontrarnos en nosotros y nosotras mismas para poder participar en la creación de este nuevo mundo posible. Escuchemos atentos: CREAR un nuevo mundo posible, y claro, a AMARLO. Porque amor es lo que necesita este mundo.

© Doris Castellanos, 2020