Mito

Siempre que escuchamos la palabra “mito” hay otra que salta inmediatamente a nuestra mente: “mentira”. Un mito es una mentira, pensamos, pero no es así. 

Desde que comenzamos a caminar este planeta hemos intentado dar sentido a lo que nos rodea. A la luz, a la oscuridad, al frío, al calor, a las estrellas y los caminos que nos conducen de un lugar a otro. Para ello hemos creado historias con los recursos que hemos tenido a la mano: nuestra voz, o la sangre de un animal, los colores de las flores, y más adelante en el tiempo, las huellas de nuestra mente como hendiduras en las piedras, los trazos de nuestra mano sobre el papel, y el golpeteo de nuestros dedos en un espacio que vemos pero no podemos tocar.

Lo que hemos dejado grabado en cada soporte ha sido nuestra manera de ver el mundo, de explicarlo, de darle un lugar fuera y dentro de nosotros mismos. Somos una especie que crea mitos todo el tiempo. Una especie que crea sus verdades todo el tiempo. Y esto no es ni bueno, ni malo, simplemente es. 

Lo que hemos olvidado es que esa capacidad de crear mitos, de explicar lo que nos rodea es mutante, cambia, y siempre es un ensayo de prueba y error, y por eso mismo tenemos siempre la oportunidad de re-crearnos, pero es nuestra decisión hacerlo hacia la vida o hacia la devastación. 

¿Qué mito nos gobierna hoy en día? Uno muy complicado: el del progreso. Este mito tiene tantas aristas que nos afecta en todos los sentidos que podamos imaginar. El progreso tiene muchas palabras amigas o sinónimas como la palabra “más”. Tenemos que ser más hermosos, hermosas, ganar más, ser más que nuestros padres, nuestros abuelos, tener una casa más grande, un auto que vaya más rápido, tener un empleo que gane más que cualquier otro, la lista es infinita. Las palabras sinónimas y amigas también. 

Es un mito que no nos sirve más. Porque en nuestra carrera no es oculto para nadie que estamos acabando con nosotros mismos y con los recursos que hasta ahora nos daban alimento y cobijo. Damos un vistazo y vemos cosas terribles. Y sin embargo, a veces nos asalta un día hermoso que nos recuerda que todo puede ser diferente. Alzamos nuestra mirada y el cielo tiene un dibujo de nubes precioso, o la pulsión de la vida nos regala el vuelo de una bandada de pájaros. Ese día hermoso es el grito de la vida que nos recuerda que podemos crear un nuevo mito. Que podemos crearnos de nuevo, que podemos tener otro mundo posible. 

Recordémoslo: somos creadores de historias, creemos pues una que nos devuelva la vida. 

© StoryTailors –Doris Castellanos 2020