Un viaje imaginal al reencuentro con lo terrible

El habla no es de la lengua, sino del corazón. La lengua no es más que el instrumento con el que se habla. El que es mudo lo es de corazón, no de lengua… como hablas, así es tu corazón.

Paracelso, citado por James Hillman en El pensamiento del corazón

Educar la imaginación es educar el corazón.

StoryTailors

Hay una historia preciosa, una de las historias más queridas de StoryTailors que se llama La lombriz negra. En esta historia, una reina da a luz unos gemelos, la cuestión es que uno de ellos es una lombriz, y al nacer es una cosita de aspecto repugnante y viscoso. La partera, asustada, decide tirarla por la ventana. El parto continúa, y después de la salida de la lombriz, un bebé rozagante sale del vientre de la reina. Todo es alegría en el palacio, pues para la pareja real fue muy difícil traer vida palpitante a este mundo. El tiempo pasa y este bebé se hace mayor y llega el momento de salir a conocer el mundo y buscar una esposa. Los soberanos están de acuerdo con la decisión de su hijo y llegado el día de su partida, lo despiden con amor y bendiciones. El joven, montado en su caballo, ha de atravesar un bosque para salir del reino. Después de poco tiempo sintiendo cómo las copas de los árboles añaden sombra en su camino, su caballo relincha y eleva sus patas delanteras. ¡Una serpiente! Una serpiente negra y poderosa comienza a gritar: “¡Los hermanos mayores se casan primero!”, el príncipe, asustado, vuelve al palacio y pregunta a sus padres si saben el porqué de este encuentro en el bosque. 

Es seguro que ya he referido esta historia en otra Newsletter, pero esta historia es tan rica en imágenes y significado, que pido disculpas por la redundancia. Con esta advertencia, continúo.

Los padres del príncipe preguntan a las parteras si algo raro sucedió la noche en que su hijo llegó a este mundo. Una de ellas, la más anciana y quien recibió en sus manos al príncipe, dijo que sí. Que antes del príncipe, una lombriz pequeña y viscosa había nacido del vientre de la reina. El rey, justo como era, dijo de inmediato: “Hay que traer esa serpiente a casa. Es de la familia y hay que casarla primero.”

Lo que sigue en la historia es de miedo, como de miedo es el mundo en que vivimos. Pero no hay que asustarse, nos dicen las historias, porque ellas nos dicen qué hay que hacer para espantar el miedo.

En la historia, los reyes buscan una esposa para su hijo-serpiente, muchas doncellas se presentan, pero mueren en la noche de bodas cuando, a solas con la serpiente, esta abre la boca y las traga de un bocado. Pasa el tiempo y el reino adquiere mala reputación. Nadie asoma por allí. 

Como colectivo, estamos ahí. 

Esa parte nuestra, salvaje, oscura y viscosa está cansada de vivir en el bosque sin ser reconocida como primogénita. ¿Qué se nos ocurre que es?

Podemos decir que es nuestra sombra, sí, pero quiero en este escrito, que vayamos más allá. Porque es necesario y es urgente. La serpiente negra está devorando, arrasando, y no estamos haciendo lo que esta historia milenaria nos dice que tenemos que hacer: traerla de vuelta a casa y educar nuestro corazón. 

Eric Neumann en su libro “Los orígenes y la historia de la conciencia”, nos cuenta, a partir de un profundo análisis arquetipal y simbólico del mito, cómo en nuestra existencia individual se manifiesta un proceso colectivo que ha durado milenios y cuya resolución requiere de un trabajo intenso: traer lo que ha sido dejado en el inconsciente a nuestra vida consciente con la ayuda de un corazón educado. 

“El crecimiento de la autoconciencia y el fortalecimiento de la masculinidad empujaron a un segundo plano la imagen de la Gran Madre; la sociedad patriarcal la divide, y mientras en la conciencia sólo se conserva la imagen de la Buena Madre, su aspecto terrible queda relegado al inconsciente.” (Neumann, 1970, p 94)

¿Y qué es entonces aquello que se ha quedado olvidado en el inconsciente? Los aspectos terribles de la Gran Madre. 

Para entender esto pensemos en La Tierra, ¿es la Tierra en todos sus aspectos un paraíso? ¿Un lugar lleno de benevolencia? No. No es así. Gaia es un ser palpitante, que crea y destruye para mantener la continuidad de la vida. A su capacidad destructora le hemos temido y por ello muchas culturas a lo largo del tiempo crearon maneras de mantener una conversación simbólica con ella en la que se reconocen las necesidades humanas y las suyas, las de Gaia. En el texto de una Newsletter anterior abordaba este tema al referirme a los fuegos y las tormentas que ocurrieron durante el verano, y cómo bajo el entendimiento de los Kogi, un grupo indígena que habita en la Sierra Nevada de Santa Marta, en Colombia, era posible escuchar la voz de la Gran Madre en la voz de las piedras y, en suma, en la voz de todo lo que no es humano y así atender a sus requerimientos. 

Aquellos aspectos terribles de la Gran Madre que han quedado en el inconsciente tienen una consecuencia directa en el mundo en que vivimos: un mundo regido por un patriarcado que pareciera no querer seguir su camino de transformación, esto es, de integración consciente de nuestra capacidad destructiva. Pero, ¿qué sucede en el cuento después de que el castillo adquiere esta mala reputación?

 ¿Cómo integramos conscientemente esta capacidad destructiva?

Seguimos con la historia. Como ninguna otra doncella se presentó para casarse con el primogénito, el castillo quedó en el olvido. Sin embargo, en algún lugar del bosque, una joven pastora, se dijo: “Yo soy quien se casará con ese príncipe”. Escucharse decir esto le asustó. “¿Pero de dónde me vienen a mí estas ideas?” se dijo. Esta certeza le produjo angustia, así que fue a hablar con un viejo amigo suyo, con un viejo roble. Cuando terminó de contarle esto que le apretaba el pecho, una anciana, tan antigua como el mundo mismo salió de detrás del roble y sin dar espera le dijo: “Sí, sí mi niña, vas a casarte con ese príncipe, pero eso no va a ser hoy ni tampoco va a ser mañana, lo harás en un año y un día, y te voy a indicar qué es lo que tienes que hacer”. 

Esta es la maravilla de los cuentos. Nos dicen exactamente qué es lo que tenemos que hacer. Esta joven, por algo que es un misterio –porque si hay algo que los cuentos nos regalen es esa posibilidad de no tener que explicarlo todo- sabe y siente que tiene que casarse con el príncipe terrible. 

“Tendrás que escribir una carta al rey y a la reina, allí les pedirás que tengan listas dos bañeras, una con leche y otra con agua. Tendrán que dejarte al lado de la bañera con agua un poco de ceniza y un cepillo de cerdas gruesas. Pero eso no es todo: tú tendrás que aprender algo que no sabes: tendrás que aprender a bordar y a hacerte ropa. Vas a coserte doce vestidos y en cada uno de ellos harás un bordado, el más bello que puedas hacer, a la altura del corazón. Cuando tengas todo esto listo, entonces partirás en dirección del castillo. Allí sabrás qué tienes que hacer.”

Esta historia nos dice que en algún momento hemos de sentir un llamado a casarnos con esta serpiente terrible y la única manera de hacerlo es… aprendiendo a hacer algo que requiere paciencia, tiempo, constancia, que nos producirá uno que otro dolor, con una aguja podemos sangrar, y también nos hará salir un cayo o dos. 

Las instrucciones de la anciana son precisas, su objetivo, contundente: hemos de aprender a bordar el corazón, educarlo, y para ello hemos de servirnos también de nuestro cuerpo y de nuestros sentidos.  Y si seguimos las palabras de Paracelso citado por James Hillman en su ensayo El pensamiento el corazón, al inicio de este escrito, nuestra habla, si no dice nada, es porque nuestro corazón es mudo, no lo hemos educado. 

Volvemos a la historia. Cuando nuestra pastora llega al castillo y se encuentra cara a cara con la serpiente en la noche de bodas, no se asusta, le habla (su corazón). “¡Ah! ¡Así que tú eres mi esposo!”, le dice. La serpiente, acostumbrada al mutismo de las demás doncellas detiene su impulso voraz y le dice: “¿No tienes miedo? ¡Entonces quítate el vestido!”. Ella le responde: “Yo me quito mi vestido, pero tú quítate tus escamas.” La lombriz responde: “¡Pero nadie nunca me lo había pedido antes, pero si así lo quieres lo haré”. 

Lo que sigue en el cuento es precioso, recuerden que ella tenía doce vestidos, uno encima de otro (instrucciones de la abuela), así que hay un baile de desnudez maravilloso. Al final, lo que queda de la serpiente es un cuerpo baboso y débil. Ella lo toma en sus brazos, lo mete en la bañera con agua y añade ceniza, con el cepillo lo restriega hasta que debajo de todo ello aparece el cuerpo de un hombre que parece haber estado en el exilio desde hace milenios. Para devolverle la vitalidad lo lleva después a la bañera con leche. Allí su piel toma el color rosado de un cuerpo cuyo corazón lleva sangre a todas partes. Ambos hablan, hablan mucho en esa noche de bodas. 

Esta alquimia preciosa nos está esperando, pero primero hemos de aprender a bordar y a la altura de nuestro corazón, hacer las doce obras más preciosas que podamos elaborar. 

Desde StoryTailors les invito a comenzar a aprender este lenguaje del corazón que puebla las historias. Escribir para despertar es un taller que trae a nuestra vida una gran riqueza olvidada: nuestra imaginación y la conexión con el universo. 

En Escribir para despertar asistimos al reencuentro con el poder de las imágenes que habitan la memoria de nuestros huesos, nuestra carne, nuestra piel; visitamos las energías arquetípicas presentes en lagos, montañas, nubes, dientes de león; realizamos un encuentro maravilloso con los cuentos de hadas y sus secretos; recordamos cómo es sentir la presencia de esos guías del alma que están siempre presentes pero casi nunca reconocidos; amplificamos nuestra percepción aunándonos con todo lo que nos rodea; revisamos el poder de la palabra; y rendimos honor al poder del mito en el relato de la evolución de nuestra consciencia. 

Todo esto apoyades en la escritura. Y utilizo la “e” porque me gusta cómo nos desordena un poco el orden establecido. Es necesario mover lo que se ha anquilosado. 

Este taller tendrá un horario para Europa y otro para América. Las dos ediciones comienzan el miércoles 25 de octubre, nos vemos semanalmente cada miércoles hasta el miércoles 13 de diciembre. 

El horario para Europa es de 5-8pm hora Madrid.

El horario para América es de 6-9pm hora Boston-Montréal. 

Notas: 

Hillman, James, The Thought of the Heart and the Soul of the World, Spring Publications, Putnam, 1992

Neumann, Eric, The Origins and History of Consciousness, Princenton, Bollingen, 1970.

Ecuentra toda la información de este taller aquí: https://www.storytailors.com.co/es/escribir-para-despertar/