Hacen 29 grados centígrados en Montréal y cae la tarde. Durante semanas he escrito el texto de esta Newsletter, el tema ha cambiado una y mil veces, y en el fondo, mi cuerpo ha sentido una inmensa necesidad de silencio; de hacer una buena digestión a la luz, al amor y a los abrazos que mi corazón y el de los míos encontramos este verano en Barcelona.
He querido contarles tantas reflexiones… pero el recuerdo de los cuerpos presentes, del calor y de las sonrisas han tomado el espacio todo. Aun ahora.
Hoy escuchaba algunas de esas voces guardadas en un quantum mientras paseaba a mi perra en el parque. Voces en mensajes de voz, voces que traían el recuerdo del gesto de manos, brazos, piernas y pies en maravillosa sincronía mientras compartíamos la vida misma entre helados, agua de mar salada y piscinas, sándwiches y cafés. Cuánta gratitud.
Por eso he necesitado silencio. Por eso no he podido contarles sobre el espejo de Blanca nieves y la IA; de mis hijos y este corazón migrante que les heredo y que intento pintar con los colores que hagan falta para que lo sepan siempre grande y múltiple, diverso y deseoso de ir y venir, o necesitado de quedarse para siempre en una esquina de jardín.
Agradezco a StoryTailors, ese espacio que la psique me pidió crear para que las historias vuelvan a respirar y regalarse entre sus bolsillos; para que vuelvan a encantar sus sueños y así logren romper hechizos y den sentido a la importancia inmensa que tiene morir para volver a nacer. Agradezco a la tecnología, esa bestia salida de las entrañas del tiempo por seguirme permitiendo trazar caminos en el aire para llegar hasta ustedes.
Y StoryTailors, este espacio virtual y presencial ha sabido tenerme paciencia, me ha dejado tiempo para llorarme cuando no entiendo algunas tristezas; me ha dejado tiempo para poder agarrar impulso una y otra vez y tomar los colores de la bolsa, para primero, siempre primero, dibujar los cuentos antes de contarlos después de estar remendando tardes de tareas, de peleas y de juegos con mis hijos, y preciosos minutos con Stanislas, mi Gawain, mi otro regalo.
Por eso esta Newsletter es solo agradecimiento infinito, a todes quienes nos acompañaron presencialmente y de corazón durante nuestro tiempo divino en la Ciutat Condal; allí en donde sé bien cómo tomar el bus sin temor a perderme demasiado; allí en donde encontré y sigo encontrando tantísimas maneras de amar la vida.
A Gisela y Caruso, nuestros ángeles guardianes, quienes nos recibieron en su casa y en el Espai Ku, nido de colores, música y poesía, en donde tantos artistas han encontrado abrigo y han regalado un poco de los antiguos rumores de lo que nos sigue haciendo humanos.
Con esta gratitud que se desliza entre mis dedos cuando tecleo, quiero invitarles a escuchar una historia este viernes 20 de septiembre a las 7 de la tarde hora Madrid vía zoom. Será una sesión más de La Botica.
Nos acompañará la historia con la que cerré El camino de Aletis este año, Rosa roja y Blanca nieve. Por alguna razón el nombre de Rosa roja ha querido ser Rosa blanca o Roja flor… a veces se cuela el duende, y a mi me persigue tantísimo.
En esta historia vamos a cortar las barbas del enano y a dejar que el oso nos habite.
El precio es el mismo: 25 euros que pueden pagar mediante Paypal al correo storytailorsbcn@gmail.com, la sesión queda grabada y envío el material la semana siguiente de realizado el taller.
Espero verles por allí y deseo que inviten a sus amigues, necesitamos que la voz de las historias llegue a donde tenga llegar y acudan quienes la magia les sacuda.
Desde ya lanzo mi deseo al fondo de la taza para que con StoryTailors sigamos esta ruta de abrazos al sur y centro de América…
Les envío un abrazo grande, y si hay suerte, pronto llegará la Newsletter de Blanca nieves, el espejo y la IA.
Doris Castellanos-StoryTailors