Dejar que el oso nos habite
Hacen 29 grados centígrados en Montréal y cae la tarde. Durante semanas he escrito el texto de esta Newsletter, el tema ha cambiado una y mil veces, y en el fondo, mi cuerpo ha sentido una inmensa necesidad de silencio; de hacer una buena digestión a la luz, al amor y a los abrazos que …